Hace poco estaba viendo con mi familia una película llamada la huérfana que trata del caso de una “niña” psicópata adoptada que desea quedarse con el padre de la familia.
Lo más interesante de la película, una de las mejores de los últimos tiempos, es la conexión que nos despierta con los personajes, en especial con la niña más pequeña de la familia, Max.
Cuando terminó la película, la comenté con familiares y amigos y noté algo curioso en el comportamiento de ellos, parecían aún conectados con la niña Max.
Hace más de 50 años, el Dr. Abraham Maslow formuló uno de los conceptos más importantes de la psicología, se trató de la famosa pirámide de la motivación a través del cumplimiento de una jerarquía de necesidades, siendo las básicas, comer, beber, sexo, dormir, las más importantes y la autorrealización la menos importante, en función de la supervivencia.
Esta teoría está siendo refutada por el Dr. Matthew Lieberman, doctor en psicología de la Universidad de California quien a través de una serie de experimentos ha demostrado que en realidad las necesidades de conexión emocional con los demás son más importantes para la supervivencia que las necesidades básicas.
Esto puede parecer contra intuitivo al principio, pero en la práctica tiene una validez.
En la mitad de la película, la madre de las pequeñas va camino al colegio a dejar a sus hijos. De repente se baja del vehículo a entregarle algo a su hijo, y mientras lo hace, la “niña” adoptada se baja de la camioneta, abre la puerta del conductor, pone el vehículo en reversa y este comienza a tomar velocidad con el agravante de que Max está en su sillita muy asustada solo esperando el golpe.
Esta es una de las escenas en donde todos nos sentimos profundamente conmovidos con Max. Pero ¿porqué pasa eso, qué es lo que hace que olvidemos que solo se trata de una película y que deseemos proteger a la niña?
Si bien hay otro tema denominado neuronas espejo, el cual explica este fenomeno desde otro punto de vista, en eset articulo abordaremos otro punto muy clave en el liderazgo, la empatía.
La respuesta corta es aquella cualidad más importante que no hace humanos, la capacidad de ponernos en el lugar de otros y sentir el dolor ajeno. La naturaleza nos dotó de este mecanismo llamado empatía para que en caso de querer infligir dolor en otro ser humano, nosotros también lo sintamos.
Esto fue lo que encontró el Dr. Lieberman en sus estudios. Desde que nacemos estamos programados para conectar con los demás. El llanto de un niño te pone alerta e incluso te produce un cierto dolor y el respectivo impulso para auxiliarlo e caso de que se encuentre en peligro o necesite alimento.
Este mecanismo de alarma social, de conexión de empatía es la necesidad más básica del ser humano, porque si no la tuviéramos entonces los bebés se morirían de hambre, nadie los cuidaría y se acabaría la raza humana.
Maslow propuso que primero hay que satisfacer las necesidades de comer, beber y dormir y más adelante satisfacer las necesidades sociales de conexión con los demás.
Lieberman propone que evolutivamente hablando estamos diseñados para generar conexiones emocionales con los demás para luego poder cubrir las necesidades de comer, beber y dormir.
Keith Oatley, doctor en neurociencia y profesor emérito de la Universidad de Toronto, ha realizado junto con varios colegas las más importantes investigaciones relacionadas con el impacto que tienen las historias de ficción en las relaciones humanas y principalmente en la empatía.
En uno de los estudios se les dio a los participantes a leer una corta historia de menos de 15 minutos especialmente diseñada para inducir sentimientos de empatía hacia los personajes de la película y motivar comportamientos pro sociales.
Luego se midió su estado de ánimo y grado de inmersión en la historia. Inmediatamente después de realizar las mediciones el investigador dejó caer deliberadamente 6 bolígrafos para ver la reacción de los participantes.
Encontraron que aquellos con los mayores puntajes de estado de ánimo y grado de inmersión en la historia fueron los que estuvieron más inclinados a ayudarle al investigador a levantar los bolígrafos.
El ver, escuchar o leer ficción es un acto de empatía. En palabras del Dr. Oatley, leer ficción es:
“Entrar en un mundo social simulado, e insertar las metas y planes de los personajes en el mismo procesador mental que utilizamos para nuestras metas y objetivos.
Tiene dos partes, en la primera dejamos de lado nuestros planes y preocupaciones por un momento mientras tomamos el libro. Luego tomamos los planes y preocupaciones del personaje ficticio y de forma empática imaginamos lo que el personaje pueda estar sintiendo. No solo estamos leyendo un libro, estamos leyendo la mente de otro.
En la segunda parte, experimentamos emociones, nuestras propias emociones, en las circunstancias de las preocupaciones del personaje, planes y acciones”.
Incluso hay investigadores que sugieren que los ávidos lectores de novelas son las mejores personas para enamorarse ya que desarrollan un alto sentido de considerar los sentimientos del otro.
Quedando demostrado que la ficción nos eleva los niveles de empatía, los cual nos ayuda a ser mejores personas y mejores líderes, la pregunta siguiente es dónde encontrar buena ficción y que tanto debo leer.
Siempre recomiendo en los cursos de storytelling leer libros como sopa de pollo para el alma, cuentos hebreos o historias de Anthony de Mello, las cuales en su mayoría son cortas y llenas de mucha sabiduría. Este tipo de historias son particularmente adecuadas para los ambientes de negocios por su corta duración y mensaje claro y conciso.
Recordemos también que las historias están presentes en todo lado, no necesariamente hay que leer una novela de mil páginas para deleitarnos con una historia.
Las películas son una de las mejores fuentes de ficción que podemos utilizar para explicar un concepto o idea de negocios.
Ideas para uso de ficción en el liderazgo
- Ver una película en compañía de tu equipo y luego organizar un cine foro, un debate sobre puntos clave que se deseen reforzar. Ejemplo; Rocky I para hablar sobre determinación en la vida. El puente sobre el rio Kwai para hablar sobre carácter.Mar Negro para debatir sobre los valores y prioridades de un líder a la hora de tomas decisiones que puedan costarle la vida a todos.
- Hacer sorteos de libros de historias y generar incluso presentaciones sobre los mismos, es decir que la gente reciba un libro y lo explique a través de un resumen a los compañeros. Por cierto hay muchos libros de negocios en formato de historia, como los de Robin Sharma o Ken Blanchard.
- Organizar think tanks (laboratorios de pensamiento) para analizar periodos importantes de la historia universal o nacional y debatir en función de crear posibles escenarios.
Estas son algunas sugerencias que fácilmente se pueden aplicar en las organizaciones porque no requieren muchos recursos y el impacto es sumamente poderoso en las relaciones interpersonales del equipo.
Como dijo la madre Teresa de Calcula
“Yo hago lo que tú no puedes, tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos lograr grandes cosas”