Es domingo en la mañana, sales a correr como de costumbre y de repente tropiezas, caes y en tu rodilla se forma una herida, la pregunta es ¿la dejas así o vas de inmediato a curarla? Seguramente harías lo segundo. Y ¿qué pasa si no curamos esa herida? Bueno pues se puede infectar y derivar en algo más grave. Exactamente lo mismo pasa con nuestras emociones.
Guy Winch en su libro «primeros auxilios emocionales» aborda un tema sumamente interesante para todos acerca de lo que deberíamos hacer al momento de sufrir heridas emocionales.
Lo curioso es que el autor no se refiere a situaciones difíciles como perdida de un empleo, luto o duelo amoroso, más bien se enfoca en situaciones cotidianas como el rechazo al invitar a una persona al cine, el no ser invitado a una reunión social o incluso a los «pellizcos emocionales» que podemos sufrir todos en el transito día a día.
Para poder gozar de una buena salud psicológica y emocional, debemos hacer lo siguiente:
Primero ser consciente de que cada situación por pequeña que parezca genera una pequeña herida en nosotros, esto lejos de convertirnos en víctimas nos ayuda a tener el control de nuestra vida, aquello que no controlas te controla a ti. Todos tenemos por dentro dos pequeños tanques para cada tipo de emoción básica, uno para las positivas y otro para las negativas.
Segundo, después de se conscientes al registrar una herida emocional, aprender a registrar los días del mes en donde de la nada te vas a sentir mal, de manera que ese día esperes a llegar a un sitio privado y desahogues tu tanque de emociones negativas. En futuros artículos vamos a ahondar mucho más en el tema de los tanquecitos emocionales.
Tercero, una vez estés en tu lugar privado descargando tu tanque de emociones negativas, hacerse una de las preguntas más poderosas que plantea el Dr. Guy Winch, esta es ¿para qué pasó lo que pasó?
La respuesta va encaminada a encontrar nuevos significados a aquello que nos sucedió. Por ejemplo, si alguien rechazó tu propuesta amorosa, podrías generar pensamientos alternativos para encontrar nuevos significados. Sólo con este enfoque podrás curar esa pequeña herida emocional.
Esta actitud nos lleva a responder la pregunta del titulo de este articulo ¿cómo saber el significado de lo que pasó?
A principios del siglo XX en una región de Africa del este había una tribu muy poderosa, liderada por un rey muy aficionado tanto a la caza como a las nuevas formas de cazar. Un soldado le había vendido un arma con la que podría aumentar el numero de éxitos en cada campaña. Al mismo tiempo el rey tenía un amigo el cual dentro de su batería de cualidades tenía una en particular, siempre que le sucedía algo, fuse bueno o malo a los ojos de cualquiera, para él siempre era bueno, todo lo que le sucedía era para bien.
Pensando en que para probar aquella nueva herramienta de cacería debía llevar a alguien que le imprimiera confianza, decidió el rey invitar a su amigo.
Iban caminando por el bosque cuando de repente comenzaron a escuchar un ruido distinto al de un pájaro y muy parecido al de un león, se quedaron quietos, la espalda de cada uno cuidaba la del otro, dando la segunda vuelta el rey avistó el oso que los quería atacar. De inmediato mandó la mano al cinto, sacó su arma, sonó un ruido ensordecedor y después de eso dos cosas nunca más volverían a estar, primeramente el oso y segundo los tres dedos del rey. La pistola había explotado al momento del disparo, extirpando los dedos del monarca. Mientras el rey gritaba de dolor, su buen amigo se quedó mirándolo, se acercó y le dijo: «Querido rey, eso que te paso es bueno, es para bien».
No pasaron dos segundos cuando el rey le respondió a su amigo con todos los improperios que lograran expresar la rabia que sentía al escuchar tan estúpidas palabras. Lo último que le dijo el monarca a su amigo fue: «lárgate de aquí, no te quiero volver a ver jamás»
El señor se retiró lentamente a su casa y efectivamente nunca se le volvió a ver por ningún lado.
Al año siguiente, el rey volvía a salir de cacería pero esta vez solo, acompañado de una nueva arma y sus ganas de revancha. Cuando estaba en medio del camino se encontró con una tribu de caníbales los cuales lo amarraron, llevaron a su aldea y alistaron para convertirlo en su almuerzo.
Cuando estaba a punto de ser introducido en la caldera, uno de los líderes se dio cuenta de que le hacían falta tres dedos, por lo tanto no se lo podían comer ya que la tradición lo prohibía. Estaba estipulado que solo podían consumir humanos con sus partes completas. Esto hizo que lo liberaran.
Camino de vuelta, el rey solo pensaba en una persona, en su amigo, aquel que había insultado por pensar que el haber perdido sus tres dedos había sido algo bueno. Solo se acordaba de los insultos que le había proferido.
Al llegar a la tribu, se dirigió a la casa de su amigo, se acercó a la puerta, tocó y esperó. Del otro lado aparece su él con una gran sonrisa, lo invita a pasar y comienza a escuchar atentamente el relato de lo que le había sucedido. Al finalizar, con rostro de tristeza y arrepentimiento le pidió perdón por haberlo insultado y echado de su vida un año atrás. El amigo le respondió lo siguiente: «El que me hayas insultado y me hayas echado de tu vida fue algo muy bueno»
El no daba crédito a lo que escuchaba, no entendía como este hombre continuaba diciendo que eso había sido bueno, explicate!!! -le dijo el rey.
El amigo se acercó y le dijo: «Eso fue bueno porque si no me hubieras echado de tu vida, entonces hubiese ido contigo nuevamente de cacería, a ti no te hubiesen sacrificado pero a mi si»
Recuerda, cuando te pase algo que a primeras consideras malo preguntate: ¿para qué pasó lo que pasó? luego producir pensamientos alternativos y, por ultimo pensar que hay una fuerza en el mundo que trabaja a tu favor y que hace que lo que pase sea bueno para ti.
Como dijo el gran Steve Jobs en su legendario discurso en la universidad de Stanford: «Tienes que tener fe en que todo lo que te pasa, aquellos puntos aparentemente sin relación alguna, se van a unir en el futuro y entonces todo tendrá sentido y sabrás que todo lo que sucedió en la vida por algo bueno.