En 1960, en la ciudad de Santa Clara California, Estados Unidos, nació una de las mujeres más inspiradoras de nuestro tiempo.
Pero antes de poder motivarnos con su ejemplo, ocurrieron en su vida varios episodios que a cualquiera hubiera derrotado.
Ella tuvo que enfrentar tres problemas graves, el primero fue nacer con enanismo, sus padres al percatarse de esto la rechazaron y dejaron en un orfanato, lo cual derivó en su segundo problema, no tener familia.
Cuando comenzó a estudiar, todo inició muy bien, por fin la vida le estaba dando un respiro después de tantas desgracias. Hasta que algo sucedió. Ella comenzó a darse cuenta de que era visiblemente mucho más pequeña que sus compañeros, y mientras más el tiempo pasaba, más grande la diferencia se asomaba.
Así estaba Peggy, Sin tener una familia que le explicara lo que sucedía, comenzó a refugiarse en la lectura, lo malo fue que se enfocó en los cuentos de hadas. Lo que generó en ella una fantasía que por las noches la motivaba pero en las mañanas desalentaba.
¿Cuál era esta fantasía? Pues que una noche se iba a dormir con la estatura de siempre y al día siguiente se iba a levantar con un tamaño diferente. Iba a despertar con tamaño normal.
Pasaron días, semanas, meses y nada sucedía. Poco a poco su depresión aumentaba y la esperanza se esfumaba.
Hasta que un día, después de varias burlas de sus compañeros, una de sus profesoras la vio llorando sola en el patio del colegio.
La profesora se acercó y le preguntó; “¿Por qué lloras Peggy?”
Ella respondió: “lloro por dos cosas, por los apodos que me dicen los demás y porque mi deseo aún no se cumple”
¿Cuál deseo dijo la profesora?
Peggy respondió; “Bueno de que si rezaba y tenía fe, un día me iba a levantar en la mañana como una persona de tamaño normal” Pero ha pasado bastante tiempo y cada día me siento peor.
La profesora, profundamente conmovida, la miró y le dijo; “Peggy, llevas mucho tiempo invirtiendo tiempo, energía y fe en esa fantasía, no crees que deberías cambiar tu enfoque?
Peggy le contestó; ¿Cambiar mi enfoque, por qué? Si es la única esperanza que tengo.
La profesora respondió; “Peggy, lo que tienes se llama enanismo y no se puede corregir, lo que si puedes hacer es buscar dentro de ti, tus habilidades, fortalezas, tu conexión espiritual, tu fuerza de mujer para soportar todo lo que has soportado”.
Peggy, se quedó en silencio, miró por unos segundos a su profesora, se secó las lágrimas, se puso de pie y se dijo a si misma; “Ahora comprendo que no puedo cambiar mi tamaño externo, PERO SI PUEDO CAMBIAR MI TAMAÑO INTERNO”
Hoy en día, Peggy O´neill es una exitosa empresaria, autora, conferencista internacional, felizmente casada y con una vitalidad que contagia por donde pasa.
¿Cuándo cambió todo para Peggy? Cuando se dio cuenta que la fortaleza para aguantar en la vida, para superar adversidades y para lograr metas estaba dentro de ella.
Recuerda, para ser grande por fuera hay que ser fuerte por dentro.
Muchas gracias.
