Hace poco conocí a un joven ejecutivo que acababa de perder su empleo en un banco muy importante. Es una persona de 32 años, 1.70 de estatura, egresado de una reconocida universidad, no entendía por qué razón lo habían despedido siendo que sus conocimientos financieros son excelentes, ha acumulado un bagaje intelectual importante en su corta carrera y siempre ha sido conocido como referente en su área de expertise. Con todos estos activos, la pregunta obligada es ¿por qué lo despidieron? Quizá la respuesta la encontremos en una palabra muy conocida y poco comprendida llamada liderazgo.
¿Qué es liderazgo?
Para ser un poco conservador, cálculo que existen alrededor de unas 60 definiciones de liderazgo, por su puesto cada una depende del marco conceptual del autor, he aquí algunas de ellas:
- ES conducir a un grupo de personas hacía una visión que favorece a todos.
- ES la combinación de mente, cuerpo y espíritu trabajando conjuntamente.
- ES el poder de muchos hecho uno, y de uno hecho MUCHOS.
- ES tener una vida que pueda ser multiplicada en la vida de otros.
- ES lo que separa un sueño de una realidad.
- ES acción, no posición.
- ES ver lo que otros no ven, antes de que otros lo vean en el momento que nadie puede ver.
- ES servir.
Cada una de las definiciones se debe asimilar desde el área a la cual se quiera aplicar.
Por ejemplo, en el ámbito educativo, creo que la mejor forma de darle un significado a la palabra liderazgo es la siguiente “Es la sumatoria de una serie de habilidades que se pueden aprender, desarrollar y practicar”.
Haciéndole “digestión mental” a este enunciado, comprendemos que si el liderazgo es la suma de varias habilidades que todos pueden aprender, desarrollar y por último poner en práctica, entonces todos tienen la posibilidad de convertirse en líderes. Esto es un hecho porque la investigación científica y la práctica cotidiana nos han demostrado que es cierto.
Ahora volvamos al caso de nuestro joven ejecutivo recientemente dejado libre por su empresa, por qué lo dejaron ir es la pregunta.
Bueno, hay que comenzar diciendo que el éxito de un profesional hoy en día no debe contener solo habilidades académicas y/o técnicas sino también habilidades de liderazgo. Incluso existe un estudio muy famoso difundido por el Dr. Daniel Goleman hace muchos años en donde a través de una extensa investigación se consultó lo siguiente:
¿De qué depende el éxito profesional de una persona?
Respuesta
Depende de habilidades técnicas (lo duro) y habilidades de relacionamiento interpersonal (lo blando)
Perfecto, una vez identificadas esas variables, la siguiente pregunta fue:
Del 100%, qué porcentaje depende de las habilidades duras (técnicas) y qué porcentaje depende de las habilidades blandas (comunicación, emociones y relaciones)
Respuesta
15% del éxito depende de las habilidades duras
85% del éxito de una persona depende de las habilidades blandas
Es curioso que cuando hacemos esta pregunta en una empresa, muchas personas se asombran del resultado. Solo debes preguntarte lo siguiente:
¿Cuánto tiempo de mi jornada laboral se requiere para realizar procesos (planilla Excel, informe, presentaciones, todo lo sistemático y procedimental) y cuánto tiempo debo invertir en enviar un correo, hablar con compañeros de trabajo, con clientes internos y externos? Es probable que encuentres que la gran mayoría de tu tiempo se invierte en interacciones comunicacionales con otras personas. Si eres un líder, el porcentaje es mucho más alto, calculo que mínimo alrededor del 90% del tiempo lo dedicas situaciones de comunicación, relación y motivación y el 10% a elementos relacionados con procesos. ¿Por qué sucede esto?
En una empresa
Individuo
- Aportas valor a través de lo que haces.
- Aportas valor a través de lo que haces que hagan los demás.
Líder
- Te permiten hacer bien tu trabajo
- Te permiten hacer que otros hagan bien su trabajo
De manera que, si el éxito de un profesional hoy en día depende mucho más de sus habilidades de liderazgo, esto quiere decir que aquellos que no desarrollen estas habilidades, perderán muchas oportunidades y estarán en peligro constante en cualquier organización.
Esto fue lo que le pasó al joven profesional arriba mencionado, solo se enfocó en su habilidad técnica, y pensó que no era importante aprender a trabajar bajo presión, negociar, comunicar, manejar y controlar emociones propias y ajenas, desarrollar una ética de trabajo que inspire a los demás, etc.
Esto nos lleva a responder la metáfora con la que iniciamos este artículo, ¿Cuál rueda mueve la bicicleta?
Todos sabemos que una bicicleta es movida por la rueda de atrás, la rueda de adelante sirve para dirigir el movimiento.
Por lo tanto, la rueda de atrás son todos los conocimientos técnicos, académicos y teóricos que tenga y sepa un profesional, la rueda de adelante son las habilidades de liderazgo que dirigirán todo ese conocimiento hacia tu éxito profesional.
Muchas gracias.
