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Dos pasos para evitar el racismo emocional

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La semana pasada estaba en una reunión con estudiantes universitarios debatiendo sobre liderazgo cuando de repente Carolina quien trabaja en una empresa textil me dijo lo siguiente: “Mucho de lo que se enseña en liderazgo es utópico, la realidad de la vida es otra cosa”.

En agosto del 2006 tuve la oportunidad de conocer un video muy interesante llamado “el secreto” el cual explica que la ley más poderosa del mundo es la ley de atracción, que todo en lo que te enfoques con alma, cuerpo y corazón, llegará a tu vida.

Comento esto porque desde ese momento comencé a preguntarme por qué la mayoría de entrenamientos en empresas, libros, videos, etc. se enfocaban solo en lo positivo y casi no abordaban el lado negativo de la vida.emotion

A eso era a lo que se refería Carolina cuando hablaba de la utopía en el liderazgo, es decir que hay demasiados conceptos solo hacia lo positivo y muy poco hacia lo negativo, lo cual también hace parte de la naturaleza humana.

Hay que tener en cuenta que la vida tiene dos polos, el bien y el mal, la vida y la muerte, la luz y la obscuridad, así sucesivamente.

Por esta razón hay que saber abordar nuestras emociones negativas ya que contrario a lo que aconsejan muchos, estas son buenas en su naturaleza, mínimamente también hacen parte de nuestro ser.

Uno de los peores consejos que nos pueden dar cuando estamos muy mal es que nos digan “No te sientas mal”, porque justamente ese es el momento de sentirse mal, es decir de aceptar estas emociones como lo que son, una parte de nuestro ser.

Evidentemente todo tiene su límite y equilibrio, ya que no es bueno comenzar a rumiar demasiado sobre los problemas que nos aquejan.

emotion_head_mad_1600_clr_7632Una de las principales emociones en nuestra vida es el miedo, el cual está directamente relacionado con el futuro. Siempre le vamos a temer a lo que no ha sucedido, si ya pasó entonces vamos a estar enojados, tristes, apesadumbrados, pero solo tendremos miedo de lo que no ha pasado.

En los programas oratoria y presentaciones persuasivas, la segunda técnica para disminuir el miedo a hablar en público es volver conocido lo desconocido a través de la investigación de los elementos ATA (Audiencia-Tema-Ambiente).

Cuando una persona siente miedo por hablar en público, el miedo no es malo, el miedo es un mecanismo de protección evolutivo para recordarnos algo malo que nos sucedió en el pasado y que probablemente nos vuelva a suceder en el futuro.

Siempre comparo el miedo con un guardaespaldas, el cual reacciona de forma inmediata protegiéndote de aquel potencial peligro.

Con base en esta perspectiva las personas se dan cuenta que el miedo, una de las emociones más paralizantes, tiene una naturaleza buena, por lo tanto, no la rechazamos, solo le damos la bienvenida para que nos diga lo que nos tiene que decir y luego le explicamos lo que tenemos que explicarle para llegar tomar el mejor curso de acción.

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El punto aquí es saber que las emociones negativas son parte de nuestro ser, son buenas en su naturaleza y debemos darle la bienvenida a nuestra vida, en otras palabras, no discriminarlas sino aceptarlas.

Pasos para evitar el racismo emocional

Paso 1, Identificación de la emoción: Esto en psicología se llama labeling (etiquetación) es decir colocarle nombre a lo que estás sintiendo.

Si estás en tu casa, ingresas al Facebook y ves la foto de aquella persona que te gusta con otra persona, es probable que se dispare una emoción negativa. Aquí en vez de ignorarla, mejor la etiquetas y te dices a ti mismo; “Estoy sintiendo celos, estoy sintiendo envidia”, es normal, soy un ser humano que en este momento quiere algo que no puede tener, tal vez la vida sepa cosas que aún no se. Muchas gracias emoción, gracias por recordarme que soy humano”

Este auto dialogo te ayuda a disminuir el impacto emocional de la situación.

Paso 2, Encontrar el significado real de esa emoción negativa: Esto significa etiquetar (el paso anterior), luego saber por qué se piensa que hay que rechazarla y por último identificar la razón por la cual hay que aceptarla.

 

Emoción

¿Por qué la rechazamos?

¿Para qué aceptarla?

Miedo Creemos que no nos ayuda en nada, que es un indicador de que algo malo nos sucederá. Esto puede ser cierto en muy pocas ocasiones. Para explicarte que lo que te atemoriza no es malo siempre. En el caso de hablar en público el miedo te dirá que evites la situación porque será potencialmente dolorosa. Esta creencia es errónea porque la realidad es que la gente lo que quieres es buen contenido.
Tristeza Pensamos que nunca hay que estar triste. La realidad es que el cuerpo necesita descargar sus emociones negativas en privado como cualquier otro liquido o sustancia que no necesita. Para recordar que no tenemos todo en la vida, nadie lo tiene.

Hay que aceptar con gratitud lo que tienes mientras persigues lo que quieres.

Ira Creemos que no hay que sentirla, evitarla a toda costa porque no trae nada bueno, solo enfermedad. Esto es cierto solo en caso que la sientas todo el tiempo en todo momento. Para utilizarla en momentos en donde un ser querido o algo que apreciamos mucho está en peligro. Esta fuerte emoción nos impulsa a proteger lo que más amamos.

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Recomendaciones finales

1.Este ejercicio se hace para darle control a tu vida emocional, más no para darle rienda suelta a las emociones negativas.

2.Como todo en la vida, la clave es el equilibrio, es decir que en momentos de tristeza y melancolía, hay que apartar un momento para aceptar estas emociones, registrar lo que te quieren decir y sacar una conclusión constructiva para tu vida. No hay que quedarse allí como si fuera el fin del mundo, estos momentos son solo eso, momentos, un punto en tu vida y nada más.

3.Recordar que la vida en promedio es bonita, que en términos generales si estás vivo tienes la oportunidad de experimentar muchas posibilidades de hacer de tu mundo el mundo en el que quieres vivir.

Como líderes necesitamos tener muy claro estos dos aspectos de la naturaleza humana, el bien y el mal, para no actuar con ingenuidad en momentos de maldad hacia ti o tu equipo y tampoco actuar con frialdad en momentos de felicidad.

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